sábado, 1 de febrero de 2014

ABANDONO


Se me ha parado el reloj
ese de la compañía
el que me dice que sigo aquí
que estoy conmigo, aunque esté sola.

Es inútil darle cuerda
se para cuando quiere
dejándome vacía
como a una avellana hueca.
Se me ha ido a bucear los tiempos
a buscar los momentos
esos en los que el
no me fue preciso.
Es madrugada
llueve despacio, sin querer despertar
sin mover las hojas de los plataneros.
Tengo eso que no suelo tener,
tengo frio y una sonrisa en los labios
supongo que, una mueca extraña
Una paloma agoniza en un rincón
del patio.
Los hilos del tendedero
sujetan las gotas de lluvia
que no quisieron morir contra el suelo.
Las nubes se rompen
se separan,
se dispersan.
Una luz se enciende
en otro edificio.
Sé que no dormiré
que no estaré conmigo hoy
ni yo ni nadie paseará
el cielo sin estrellas de mi mente.
Es cruel el propio abandono.
Todos los relojes marcan las horas
menos el mío.

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