miércoles, 12 de marzo de 2014

EL AGUA Y LAS HOCES



El agua se paró a mirarme, extrañada de mi presencia. 
Yo no era como ella, ni ella como yo. Saciada su curiosidad, levantó un remolino y siguió su camino sin darme ni un saludo ni un adiós. 
La vi pararse en un recodo para probarse, un trozo de musgo verde
Se miró en una brillante hoja y decidió que aquel musgo, no iba con su imagen.
Al cruzar unos rápidos la vi mojar con sorna a unos pescadores de truchas, sin ninguna en el anzuelo y con agua dentro de las botas.
Iba de piedra en piedra, como una adolescente, de novio en novio.
Una pequeña catarata le hizo saltar vestida de espuma blanca, carnavalesca y erótica, me salpicó el pecho dejándome la blusa pegada a mis pezones, que erectos, simularon estar en pie de guerra, aunque sin guerrera que hiciese poner el cuerpo a tierra.
La vi reírse de mi aspecto, de la agitación de mi pecho, del ardor de mi sexualidad.
La montaña se abrió de piernas para darle paso, mientras ella cantaba ruidosa la entrada a sus hoces, dejándome húmeda y sola.

imagen: Google

1 comentario:

  1. espero que estas fiestas las disfrutes gozando de todo cuanto has logrado y que el 2015 sea un año en que realices todas tus aspiraciones.... de corazón

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