Desnuda, sobre la cama,
duermes el bello cansancio
de un orgasmo compartido.
Me he llenado de ti,
huelo a ti,
mi boca está llena de la tuya.
Soy tu, siendo yo.
Repaso las líneas de tu joven belleza,
no quiero que despiertes,
ni despertarme.
Duele marchar,
arrancar de la tierra de tu cuerpo,
la raíz del mío.
Saber que mis brazos,
no tropezarán contigo durmiendo,
ni alzaré las cortinas de tu pelo,
para ver la luz de tus ojos.
Duermes desnuda
sonríes como una niña,
sin miedo,
tranquila,
sabiéndome a tu lado.
Tiemblo tu ausencia,
la mía,
la nuestra...
Espejos rotos,
cristales clavados en mis pies,
dolor gritado hacia dentro,
para no despertarte.
Duermes, te miro...
¡ Estamos tan desnudas !
imagen: ELLE
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