lunes, 6 de agosto de 2018

JOVEN MADUREZ

Me desarmo como un scalextric,
propio de la edad de mi cuerpo,
me falla un radial o un freno,
pero he conseguido parar mi mente
en los cuarenta.
El espejo y yo estamos de acuerdo,
pero mi cerebro sigue siendo pertinazmente joven,
con ganas de aprender,
de mirar y ver,
de comprender y respetar.
Tal vez, o sin tal vez,
no puedo subir montañas,
saltar mas de un metro,
correr una maratón ridículamente pequeñita,
pero puedo abrazarte tan bien o mejor
que cualquiera,
besarte con la pasión del penúltimo beso,
ser joven al mirarte y amarte,
con el amor recién sacado de la caja,
en donde se guardan los sueños más hermosos.
Me desarmo como un scalextric,
aunque si tú me quieres,
tengo la llave para apretar los tornillos,
de una pasión joven y además experta.


imagen: google 

LA ESPERA IMAGINARIA

Cada día que puedo,
regreso a buscarte,
al lugar exacto, donde sé,
que es imposible encontrarte.
Y saludo al mismo señor,
al mismo perro,
bajo el mismo árbol,
con el mismo periódico,
y la misma impecable raya
en el pantalón.
Yo llevo el mismo libro,
las mismas gafas,
y el mismo olor de colonia.
El dice que espera a su señora,
siempre dice lo mismo,
pero nunca llega.
Yo digo que te espero a tí,
pero tampoco has de venir,
el lo sabe,
yo no lo ignoro.
Ambos nos contamos un esperar
que tarda en llegar.
Yo me voy antes,
así al día siguiente me dirá
como me dice siempre.
"Llegó un poco más tarde"
y yo le digo que te encontré
justo en la otra calle.
Mentimos los dos,
cada cual hace que su vida
ruede lo mejor que puede.
Y él sabe,
lo que los dos sabemos.



imagen: google