martes, 12 de marzo de 2019

MUÉRDEME



Muérdeme el alma.
Llévate los girones que chillan tu nombre,
maldiciendo el mío.
Corre por la vereda,
saciate de olor a tomillo,
del aroma de la tierra,
húmeda como tú y yo lo estamos.
Golpea con tu voz,
el rojo sutil de las amapolas,
amantes del trigo infiel.
Refresca tu cuerpo,
en los fonemas inventados,
por el agua de ese reguero,
que hace el amor con las plantas,
y regresa a mí llena de vida,
que he de saciarme de ti para llevarte conmigo,
o dejarme vencer dulcemente,
para que tú, me lleves contigo.

imagen: Google

lunes, 11 de marzo de 2019

TAL VEZ

Tal vez ella fue la causa de todo,
el sonido de su voz prendida,
en las paredes de la noche.
El hambre colgada de la percha,
junto al sombrero del ausente.
No había más que miedo,
sonidos que explotaban dentro de su cabeza,
llena de alambradas.
Sus manos prendidas en las espinas de hierro,
sangrantes afluentes hacia el mar del suelo.
No,
no hay espacios vacíos,
hay dolores invisibles,
gritos internos que no escuchamos,
o no queremos escuchar.
La velas bailaban la danza oscilante del si o no,
del ahora o luego,
aunque ahora no venían,
y para luego era tarde.
El viento tiró la puerta de cartón,
ellos -los otros- descolgaron del garfio la nocturna dama,
presa de si misma en un reflejo.
Bajaron de la percha,
el hambre para comérsela,
devolviendo al hombre el sombrero,
esperando, ilusos,
tapar la ignorancia.

Imagen: google 

lunes, 4 de marzo de 2019

QUE PASE

Dejar que todo pase,
incluso aquello que no sabemos,
si va a pasar o se ha perdido en otra ruta; 
otra ciudad;
otra calle.
Dejar que suceda sin plantar cara.
Abrir la puerta y permitir que entre,
amablemente el destino, a tomar el café o el te .
Luego veremos lo que hacemos con él,
pero primero, dejar que pase.



Imagen: Hermans