¡Que sufra el viento!
No quiero que me ames,
no quiero que me esperes,
sin saber si, llego o me he perdido.
¡Que sufra el viento!
No quiero que me ames,
que me llores pensando,
que no me tienes,
que no es tu boca,
la que me besa.
Quiéreme como se quiere
al aire,
cuando hay sofoco,
como se quiere al agua,
en un desierto.
¡Quiéreme con hambre!
Sáciala y olvídame.
¡Que sufra el viento,
no quiero que tú sufras!
imagen: jason-langer
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