viernes, 29 de diciembre de 2017
jueves, 21 de diciembre de 2017
domingo, 17 de diciembre de 2017
TE DESNUDO
Te desnudo
caminando por las calles,
te robo el abrigo de,
tu profunda mirada,
la agitación de tus senos,
percibiendo mi deseo,
el suave movimiento de tu melena,
sobre tus perfectos hombros.
Acaricio tu cuello,
tan firme como tu voluntad,
quedándome los posos de tu cordura.
Cojo prestados tus labios, tan sólo un instante,
mordiendo de ti,
la verdad que me alimenta,
voz y murmullo de tu palabra.
Te desnudo,
evitando los coches,
dejando que parpadeen los semáforos,
y rasgo la blusa de tus silencios,
buscando el sostén de tus suspiros.
Beso de ti, la piel que te contiene,
el aroma de verdad,
la fidelidad de tu aliento en el mío,
mientras me moja la envidia de la lluvia,
que no sabe de tu abrazo en el lecho.
Te desnudo,
pensando en hoy,
evitando el mañana que seguiré,
haciendo lo mismo que hago ahora,
mientras camino sin ti,
pero contigo entre mi alma y mi cuerpo,
que sé, también desnudas.
te robo el abrigo de,
tu profunda mirada,
la agitación de tus senos,
percibiendo mi deseo,
el suave movimiento de tu melena,
sobre tus perfectos hombros.
Acaricio tu cuello,
tan firme como tu voluntad,
quedándome los posos de tu cordura.
Cojo prestados tus labios, tan sólo un instante,
mordiendo de ti,
la verdad que me alimenta,
voz y murmullo de tu palabra.
Te desnudo,
evitando los coches,
dejando que parpadeen los semáforos,
y rasgo la blusa de tus silencios,
buscando el sostén de tus suspiros.
Beso de ti, la piel que te contiene,
el aroma de verdad,
la fidelidad de tu aliento en el mío,
mientras me moja la envidia de la lluvia,
que no sabe de tu abrazo en el lecho.
Te desnudo,
pensando en hoy,
evitando el mañana que seguiré,
haciendo lo mismo que hago ahora,
mientras camino sin ti,
pero contigo entre mi alma y mi cuerpo,
que sé, también desnudas.
mabel escribano
d.r.
imagen: Google
d.r.
imagen: Google
viernes, 15 de diciembre de 2017
AMISTAD
Vendrán a mí las nubes preñadas
de tu llanto y sufriré contigo
la húmeda caricia de la lluvia.
No secaré tu cara,
no abriré mi boca,
me quedaré quieta a tu lado.
Cerraré los ojos,
dejaré escapar el pájaro de mi alma,
sobre la nube que te cala hasta los huesos,
ese dolor que no puedo paliar.
Quieta asistiré al duelo de tu desesperanza,
pero sabrás que estoy,
pese a tu lluvia ácida de dolor,
junto a ti, sin buscar resguardo
ni asirme al paraguas de la excusa.
la húmeda caricia de la lluvia.
No secaré tu cara,
no abriré mi boca,
me quedaré quieta a tu lado.
Cerraré los ojos,
dejaré escapar el pájaro de mi alma,
sobre la nube que te cala hasta los huesos,
ese dolor que no puedo paliar.
Quieta asistiré al duelo de tu desesperanza,
pero sabrás que estoy,
pese a tu lluvia ácida de dolor,
junto a ti, sin buscar resguardo
ni asirme al paraguas de la excusa.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
d.r.
imagen: google
miércoles, 13 de diciembre de 2017
EL MAS DEL MENOS
Se tiene la imaginación,
de igual manera que
la palabra la tiene a una.
Nos vestimos de fantasía,
desayunamos expectativas,
imaginamos nubes en el cielo azul,
y lluvia cayendo sobre el café,
mojándonos la dulce tostada
que nos acarició mientras salíamos
del sueño hacia la realidad,
a base de los empujones de,
un despertador que inevitablemente,
nos alentaba hacia la ducha de la realidad cotidiana.
Se tiene la imaginación precisa,
para no romper a llorar todos los amaneceres,
mientras quienes carecen de ella,
nos alientan a ser menos,
para ganar más,
aunque no lo necesitemos.
de igual manera que
la palabra la tiene a una.
Nos vestimos de fantasía,
desayunamos expectativas,
imaginamos nubes en el cielo azul,
y lluvia cayendo sobre el café,
mojándonos la dulce tostada
que nos acarició mientras salíamos
del sueño hacia la realidad,
a base de los empujones de,
un despertador que inevitablemente,
nos alentaba hacia la ducha de la realidad cotidiana.
Se tiene la imaginación precisa,
para no romper a llorar todos los amaneceres,
mientras quienes carecen de ella,
nos alientan a ser menos,
para ganar más,
aunque no lo necesitemos.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
d.r.
imagen: google
LOS DUROS DÍAS DE NAVIDAD
Son días duros,
estos meses que aúnan dolor,
junto a bombillas de colores.
Angustias disfrazadas de papel regalo
y espumillón.
Fechas de ausencias inevitables,
de sillas vacías y dolores ocultos.
Ellos no están, mientras nosotros permanecemos.
Son días duros para algunos de nosotros,
aunque el resto del mundo, los celebre.
junto a bombillas de colores.
Angustias disfrazadas de papel regalo
y espumillón.
Fechas de ausencias inevitables,
de sillas vacías y dolores ocultos.
Ellos no están, mientras nosotros permanecemos.
Son días duros para algunos de nosotros,
aunque el resto del mundo, los celebre.
imagen: google
jueves, 12 de octubre de 2017
PREDISPOSICIÓN
Siempre fui un ser predispuesto.
Nacer mujer,
predispuso a mi padre,
a predisponer a otro hombre
para que según él, cargase conmigo.
Mi condición,
predispuso al hombre a "protegerme de mi misma"
y para ello, me predispuso a ser esposa para que fuese madre.
Fui madre, todavía lo soy,
eso es, hasta que la muerte nos quite el diploma.
Y pasé mi vida predispuesta a que los otros,
predispusieran sobre mi docilidad.
Hasta que un día,
alguien me dijo que,
era mentira lo de nacer,
para que otros decidieran mi predisposición.
Y me predispuse a creerle,
y poco a poco me fui enfadando,
luego me irrité,
me enfurecí,
y me di cuenta de que,
todos aquellos que me habían predispuesto,
eran mucho más débiles que yo.
Era difícil desnudarse en público,
frente a tanta gente predispuesta,
a ser la mano de un dios sin mirada.
Y me desnudé de la predisposición,
sin tapar mis senos,
sin tapar mi sexo,
sin esconder mi alma
Cerré los ojos para no verlos babear,
por no oír sus voces,
escuché el canto de los pájaros metálicos,
de las campanas insertas en los libros,
del rumor del mar,
del viento paseando por las hojas de los árboles,
y fui liberada de mi docilidad,
de mi sumisión,
del miedo a no ser.
Y quise no estar con nadie "predispuesto/a",
supe del caro precio de aquella pseudo libertad,
y sin regatear, pagué y seguí pagando largo tiempo.
Ahora me veo en el ayer y no me reconozco,
paso por la memoria y quiero negarme,
pero no puedo.
Aquella "predispuesta" a no ser nada imprevisto,
era yo,
aquella que decía SI, queriendo decir NO,
era yo,
aquella que temblaba ante los gritos y los palos,
era también yo.
Creo que me enterraron de a poquitos,
pero me enterraron, y el trozo que quedó sin tierra,
lo arrastré para sepultarlo con mi propia mano.
Ya no queda nada en mi PREDISPUESTO,
salvo mi corazón a ser enamorado.
predispuso a mi padre,
a predisponer a otro hombre
para que según él, cargase conmigo.
Mi condición,
predispuso al hombre a "protegerme de mi misma"
y para ello, me predispuso a ser esposa para que fuese madre.
Fui madre, todavía lo soy,
eso es, hasta que la muerte nos quite el diploma.
Y pasé mi vida predispuesta a que los otros,
predispusieran sobre mi docilidad.
Hasta que un día,
alguien me dijo que,
era mentira lo de nacer,
para que otros decidieran mi predisposición.
Y me predispuse a creerle,
y poco a poco me fui enfadando,
luego me irrité,
me enfurecí,
y me di cuenta de que,
todos aquellos que me habían predispuesto,
eran mucho más débiles que yo.
Era difícil desnudarse en público,
frente a tanta gente predispuesta,
a ser la mano de un dios sin mirada.
Y me desnudé de la predisposición,
sin tapar mis senos,
sin tapar mi sexo,
sin esconder mi alma
Cerré los ojos para no verlos babear,
por no oír sus voces,
escuché el canto de los pájaros metálicos,
de las campanas insertas en los libros,
del rumor del mar,
del viento paseando por las hojas de los árboles,
y fui liberada de mi docilidad,
de mi sumisión,
del miedo a no ser.
Y quise no estar con nadie "predispuesto/a",
supe del caro precio de aquella pseudo libertad,
y sin regatear, pagué y seguí pagando largo tiempo.
Ahora me veo en el ayer y no me reconozco,
paso por la memoria y quiero negarme,
pero no puedo.
Aquella "predispuesta" a no ser nada imprevisto,
era yo,
aquella que decía SI, queriendo decir NO,
era yo,
aquella que temblaba ante los gritos y los palos,
era también yo.
Creo que me enterraron de a poquitos,
pero me enterraron, y el trozo que quedó sin tierra,
lo arrastré para sepultarlo con mi propia mano.
Ya no queda nada en mi PREDISPUESTO,
salvo mi corazón a ser enamorado.
imagen: Google
lunes, 22 de mayo de 2017
LA MUERTE DEL DÍA ANÓNIMO
Aquel día se había muerto,
en plena calle,
y nadie quería enterrarlo.
Se apoderó de la gente,
pánico a un posible contagio.
El día siguió poniéndose cada vez,
más rígido y cetrino
oliendo a humedad y a pobre,
que nadie quiere tocar por si se ensucia.
No hubo un juez para levantar el cadáver,
solo un pequeño abrió su mochila,
y sacando el babi del colegio,
le tapo la cara con un gesto piadoso.
Dicen que lo enterraron a escondidas,
en una tumba común.
En el atestado no figuró un nombre,
era un día anónimo, sin pedigrí,
como otro cualquiera.
en plena calle,
y nadie quería enterrarlo.
Se apoderó de la gente,
pánico a un posible contagio.
El día siguió poniéndose cada vez,
más rígido y cetrino
oliendo a humedad y a pobre,
que nadie quiere tocar por si se ensucia.
No hubo un juez para levantar el cadáver,
solo un pequeño abrió su mochila,
y sacando el babi del colegio,
le tapo la cara con un gesto piadoso.
Dicen que lo enterraron a escondidas,
en una tumba común.
En el atestado no figuró un nombre,
era un día anónimo, sin pedigrí,
como otro cualquiera.
imagen: ilse-bing
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