Se tiene la imaginación,
de igual manera que
la palabra la tiene a una.
Nos vestimos de fantasía,
desayunamos expectativas,
imaginamos nubes en el cielo azul,
y lluvia cayendo sobre el café,
mojándonos la dulce tostada
que nos acarició mientras salíamos
del sueño hacia la realidad,
a base de los empujones de,
un despertador que inevitablemente,
nos alentaba hacia la ducha de la realidad cotidiana.
Se tiene la imaginación precisa,
para no romper a llorar todos los amaneceres,
mientras quienes carecen de ella,
nos alientan a ser menos,
para ganar más,
aunque no lo necesitemos.
de igual manera que
la palabra la tiene a una.
Nos vestimos de fantasía,
desayunamos expectativas,
imaginamos nubes en el cielo azul,
y lluvia cayendo sobre el café,
mojándonos la dulce tostada
que nos acarició mientras salíamos
del sueño hacia la realidad,
a base de los empujones de,
un despertador que inevitablemente,
nos alentaba hacia la ducha de la realidad cotidiana.
Se tiene la imaginación precisa,
para no romper a llorar todos los amaneceres,
mientras quienes carecen de ella,
nos alientan a ser menos,
para ganar más,
aunque no lo necesitemos.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
d.r.
imagen: google
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