viernes, 2 de febrero de 2024

TAL VEZ



Tal vez el horizonte se curva
y el vuelo es sólo una idea
el principio de un todo que
apenas alcanza el deseo.
Tal vez sea la palabra el collar que
alimenta el pensamiento de esa madre que
no sabe cómo calmar al hijo que llora
y solo tiene para alimentarle
el último calostro de sus pechos.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

miércoles, 31 de enero de 2024

CUANDO NO ME MIRAS

 



Cuando no me miras,

te observo para llevarte
más dentro de mis retinas,
para grabarte donde la luz no pueda
mermar el color de tu mirada,
la calidez de tu sonrisa.
Cuando no me miras,
mi alma te roba parte de la tuya,
esperando que la encuentres
cometiendo el delito,
y la encierres mucho tiempo,
en la cárcel de tus brazos.

mabel escribano
d.r.
imagen; david bellemere

FEDERICO HA MUERTO



Que no huele la jara,
que está de luto,
ni anidan los pájaros en sus palabras.
Que ya no cantan las acequias,
ni salta de risco en risco el agua.
Yaces en tierra,
besándola con sangre,
a ella que tanto amabas.
Llora la luna,
la ausencia de tus ojos.
No hay sombra que no te busque,
entre la tierra preñada,
con tus carnes y tus versos,
que ya tu boca no habla.
¡Que gimen todas las fuentes,
de alcazaba en alcazaba,
mientras la Alhambra te llora,
muerta de pena, en Granada!
mabel escribano
d.r.
imagen: Google

domingo, 28 de enero de 2024

MI ÚLTIMA CITA



Ella, tan joven
quiso enamorarme
y estuvo a punto de hacerlo, pero mi corazón
se escondió tras el sentido común gritándome
¡¿Todavía no tienes suficiente?!
Di una excusa tonta y dejé de ir
a la primera de mi última cita.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

CIEN POEMAS




Me duelo sin razón
como una puerta vieja
que cruje con el tiempo
falta de uso y aceite.
Me duelo sin razón porque
todo el amor que quise
me quiso y lo viví
y cuanto no pude vivir
lo soñé sobre un papel
recordando aquellos ojos
que me inspiraron cien poemas.

mabel escribano
d.r.
imagen: google 

AÑORANZA



Hace mucho que
no fumo tu perfume
que no bebo de tu boca
el único alcohol
que no me tira por el suelo.
Mucho que no visto mi desnudez
con la bata de tu piel
ni revuelco mi deseo en las sábanas del tuyo.
Hace mucho que no consulto el tiempo
en el reloj de tus pechos
será por eso, que deambulo con la tristeza
enredada en el pelo.
Ellos no saben
lo mucho que hace que no me peina
el amor de tus dedos.
mabel escribano
d.r.
imagen: Mario kroes

miércoles, 17 de enero de 2024

SIN PRISA



Cierran la vida por descanso.
Se bajan las persianas de los comercios.
Comen los candados a ras de suelo
aceite que ha parido ya mil vírgenes.
En los escaparates importantes e importados
hacen el vermú los maniquís italianos.
Es la hora de los otros
el tiempo se para y la gente deja de correr.
Lloran el cansancio los relojes
sobre la estatua de mármol
que vigila la plaza de las palomas enfermas.
Me han dado un permiso para ver mirando.
Me duelen las prisas
se me ha metido la pestaña de
una hora en un ojo
y llora la extraña presencia.
En alguna parte habrá una entrada de metro
o un autobús que me lleve nuevamente a la vida
esa de las prisas
del nada funciona y si funcional mal
será porque funciona o eso dicen.
Por aquí ya no pasa el 55.
Tengo que volver a casa
antes de que abran la vida
esa que corre por arriba
por abajo se olvida de nosotros
los que miramos para ver la belleza
sin ninguna prisa.
mabel escribano
d.r.
Imagen: google


imagen: google

lunes, 15 de enero de 2024

CANÍBAL



No me daba tiempo tu tiempo
para ser romántica.
Apenas entrabas por la puerta
me abalanzaba sobre tu boca
para tomar tu aire con la mía.
Te aseguro que siempre fui
una romántica.
Soñaba con acariciar tu espalda
con suavidad y de manera lenta.
Tomar tu cuello y acomodar mi cara en él
susurrándote lo mucho que te amaba
pero realmente, no teníamos tiempo
para hacer el ritual de los cisnes.
Por eso, en lugar de ser romántica
me convertí en caníbal
con tanta hambre de tí que
maldecía la ropa
que te ocultaba de mis ojos
distanciándote de mi piel.
Y es cierto, ni tuve tiempo de ser romántica
ni me lo diste para intentarlo.
Ya ves, en el fondo estoy segura
de que te gusté más
siendo una hambrienta de tu amor.
Por eso, ni permitiste ni conseguí
estar de ti saciada.
Me consuela y espero
que te tranquilice saber, que
con el paso de los años, me he vuelto
vegetariana.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

CRUCE DE CAMINOS



Hay un momento
en toda vida
que el camino se cruza
con otro camino
y dudas
y te asusta dejar aquel
por el que venías tan tranquila.
Hay un momento en que
tu música, se cruza con otra música
y te acercas
y se acercan para bailar contigo.
Es el momento en el que ríes o lloras
porque encontraste tu afinidad
o tristemente para tí
se terminaron la música y el baile
aunque, al menos
podrás recordar con nostalgia
que una vez
alguien se cruzó en tu camino.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

domingo, 14 de enero de 2024

NO ERA UN ÁNGEL



La primera vez que nos vimos,
me habló de sus pinturas.
La segunda
me invitó a su casa
quería mostrarme su arte.
Pintaba como los ángeles
aunque tenía la sonrisa morbosa
de un erótico demonio.
Fué en su casa donde, supe con certeza
que los descendientes de Luzbel
no tienen el sexo de los ángeles.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

jueves, 11 de enero de 2024

RECUERDA QUE UNA VEZ



Recuerda que una vez
el amor se enredó
en nuestras vidas.
Nunca los colores fueron
más hermosos
ni la lluvia nos mojó tanto
sin que nos diese por abrir
otra cosa que los brazos
para saturarnos de ella.
Recuerda nuestras risas
los poemas que creamos
sobre nuestros cuerpos
con lápices de caricias.
Cómo la vergüenza escapó
de nuestros ojos
para abrirse mirándonos
desnudas sin prisa.
Hace mucho tiempo, es cierto.
Se han diluido los colores
y un tono sepia cubre la memoria
pero no importa.
Importa lo vivido y por eso...
Recuerda que una vez
el amor se enredó
en nuestros cuerpos.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

miércoles, 10 de enero de 2024

BORRACHERA



Se emborracha el asfalto con la lluvia.
El barman del cielo le dice que basta por hoy
que se vaya y deje los pasos cebra
tal como estaban sin tantas curvas.
Con el negro vaso del suelo
sin hacer caso al imperativo del camarero
sigue el doliente asfalto atropelladamente
bebiendo y cantando entre socavones
sus áridos desengaños.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

SIN REGRESO



Cuando quieras que regrese
me habrán hecho nuevamente prisionera
los días en los que, la indiferencia me marcaba.
Nada me hará volver a mirarte como antes.
Nada logrará, que sienta aquello que me hizo alzarte
dejándome a tus pies sin que te dieras cuenta
de que te elevé subiéndote a mis espaldas.
Cuando quieras que regrese
me habré ido con el tiempo que perdiste
sin darte cuenta de que ya no estaba.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

martes, 9 de enero de 2024

ACUNANDO EN LA RED



Estoy en tus silencios
soy la coma entre ese suspiro
y aquella frase que apenas tartamudeas.
Estoy aquí
en esta red donde los miedos se esconden
donde saberse pasa por subir a ese autobús
dirección al confiarse.
Detrás de la pantalla con avatares absurdos
jugando a ser yo misma, sigo estando aquí.
Meciendo tus silencios
entre las oscilaciones de mis versos
y la cuna de mis palabras.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

DESVÁN



He buscado, en el desván de la memoria
el baúl oscuro, claveteado de imposibles.
Las cartas no escritas
los juramentos no dichos.
Allí sentada, sobre el polvo de los años
bajo las telarañas del olvido
tarareo esa música, que no recuerdo
en qué lugar escuchamos.
He buscado, con parsimonia
las postales que nunca me mandaste
las descripciones de
Londres; París y Florencia
que no pudiste hacerme
porque no llegaste a ir.
Nuestros sueños quedaron
en este arcón, lleno de juegos incompletos
promesas ligadas con, el lazo rosa de tu trenza
al primer beso de mi adolescencia.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

lunes, 8 de enero de 2024

RAÍLES



Yo podría contar mi historia
sería interesante -eso me dicen-
Escribir mi vida, pero no.
Mi vida no es mía, no me pertenece.
En mi historia hay muchas historias
vidas que son de otros
que me han vivido como yo a ellos.
Unos me han hecho reír o llorar.
Me han clavado un clavo
para sacarme otro
cruzando su dolor con el mío.
Me ha amado o detestado
he amado y detestado.
Aprendí a ser salvaje e inocente.
Sin creer en ningún dios
me encontré con algunos ángeles.
Lloraron conmigo y por mí
mientras maldecía mi vida
perdida en la niebla de la depresión.
No puedo escribir mi historia
sin las suyas porque no soy sin ellas.
Raíles clavados en la tierra
que mágicamente se cruzan unos a otros
pertenecientes a diferentes trenes
con distintos destinos.
Así mi vida se ha cruzado y
se cruza emparejándose sin hacerlo
sobre los brillantes aceros
con destinos diferentes.
No, no puedo contar mi historia
mentiría sin contar la de ellos
y no tengo permiso de los que aún están
ni de aquellos que ya se fueron.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

NACER DESEO



Me nazco mirada.
Todos mis sentidos... ojos.
Brazos
piernas
senos
toda yo soy ojos
que vuelven a mirarte
centímetro a centímetro
con la garganta seca
y el pulso acelerado.
Tambores en las sienes
y un afluente navegable de mi deseo
entre las rocas ciegas de mis muslos.
Me naces objetivo de cámara
sorpresa entre las lentes de mis pupilas
y una marcha directa
sin pasar por el embrague
calándome de placer
en mitad de la autopista de mi sueño.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

HERMOSA MEMORIA



Se escapan las imágenes
saltan del balcón de mis ojos
sumergiéndose en el pasado.
Vuelvo a ser un pájaro
que olvidó migrar al sur
por guarda tu calor en el nido
que ayer llenaste de alegría.
Me adentro en las ramas
protegida del invierno solitario
en el calor de tu sonrisa
hecha hermosa memoria.
mabel escribano
d.r.
imagen: Kiyo Murakami

SIN TIEMPO



¿Amar serenamente?..
No sirvo para eso.
Para el amor dulce y tranquilo
"se me pasó el arroz"
No tengo tiempo.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

domingo, 7 de enero de 2024

AYUNO



He aprendido a ayunar del amor
sus caricias y sus abrazos.
A mirar por el balcón sin esperarlos
porque sé que no vienen ni ellos
ni sus mentiras.
A bailar conmigo, sin darme un pisotón
ni padecer un traspié inesperado.
Y es triste este aprendizaje
no tanto por lo que se sufre
sino, por el tiempo que se pierde
ese tan irrecuperable.
He aprendido a calentar mi cama
sin imaginar sus caricias, tan caras.
Y no he dejado de vivir por eso.
Todavía sé distinguir aquello que
me hace vestirme con un traje de fiesta
o ponerme la comodidad de un chándal
y unas deportivas por montera.
He aprendido que también a mi edad
se puede hacer con éxito
el ayuno intermitente.
mabel escribano
d.r.
imagen: mía

RENACER



Enciérrame en tu cuerpo
haz de mi sombra luz
y de ella reposo.
Déjame acunarme en tu vientre
ser piel incipiente
naciendo y regenerándome en ti
porque siento anhelos de renacer
y no hay útero que me acoja.
Allí donde se forja la mente
donde ser es un crecer continuo
donde la célula llama al encuentro
y el embrión crece sin miedo
hazme un lugar, quiero dormir.
Dame tu líquido para mecer mis esperanzas
escuchar la música de tu corazón, nadando en ti
necesito volver a ser.
Saldré de tu vientre con la suavidad de un pez
no escucharás llanto alguno
porque abriré mis ojos a ti y al mirarte
sabré que la vida me ha vuelto a sonreír.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

sábado, 6 de enero de 2024

AUSENTES



Un viento liviano, casi imperceptible,
levantó el visillo del mechón de su pelo,
que impedía apreciar el azul de sus ojos.
El océano de sus pupilas,
se desbordaba en un llanto de silencios.
Sentada en el banco,
aquella anciana miraba la nada,
en busca de los ausentes.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

jueves, 4 de enero de 2024

CUANDO DELIRO


Me hago humo,
carretera, línea continua,
discontinua.
Teléfono de emergencia,
que no funciona.
Gasolinera al sol de la decadencia.
Me hago blues, en un solo de guitarra,
-no necesariamente bueno-
mientras miro el coche,
decorado con el óxido del tiempo.
Me hago letra minúscula,
sonido,
melancólico atardecer,
en el desierto tejano y,
amanezco sobre el brazo,
de un cactus que floreció,
hace un año y no pide hacerlo más.
Ruedo con una nota fusa y confusa.
Me hago cigarrillo sin filtro,
salgo de la garganta de,
una criolla de New Orleans.
Soy un agudo,
mordido por un cangrejo de río,
picante... picante... tus ojos negros,
junto al Mississippi.
Me hago deseo,
temblor mirándote,
polvo entre el suelo y tus piernas.
En el pantano se pierden dos notas,
de una armónica que ríe y llora sudando,
la humedad del deseo de vivir.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

EL ABRAZO DE SUS OJOS


Existen seres que te miran
y sientes que entran en tí.
Te desnudan el alma
dejándote impotente frente a sus ojos.
Miradas que te alivian
y no quieres que dejen de hacerlo.
Por eso, es triste ver el cielo
sin encontrar el cálido
abrazo de sus ojos.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

PUERTAS AL CAMPO



Alguien ha puesto puertas al campo.
Las abres y no vas a ninguna parte,
hace años que el agua no ama a la tierra,
todo se ha borrado,
los caminos giran sobre sí mismos,
el letrero ayer anunciando un destino,
hoy es la pizarra de una escuela
llena de polvo blanco.
Han puesto puertas al campo.
Los grillos se han ido a cantar a la ciudad,
y las hormigas han alquilado un apartamento
en el piso ochenta y cinco,
frente a un parque sin árboles.
Yo sigo aquí,
sentada en el bordillo de la puerta
que se ha quedado entreabierta,
sin saber qué hacer,
con una semilla en la mano.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

miércoles, 3 de enero de 2024

DÍAS

 



Hay días tan cansados
que amanecen sentados
en el sofá de la desidia.
Días de nadie
anodinos y parcos en todo.
Me asomo con miedo.
Temo caer en la espiral del ¿Para qué?
Donde la respuesta es un bostezo
y el bostezo, un dejarse llevar
sin pensamiento alguno.
Hay días que nacen
debajo de la alfombra
llenos de pelusa
estornudando deseos
fuera de sí.
Cierro los ojos para no mirarlo
para no mirarme
porque dejo de ser yo
y soy el estornudo de un ácaro
la pelusa de un abrigo
guardado en el invierno sin limpiar.
Soy cualquier cosa
menos quién soy.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

martes, 2 de enero de 2024

SÚBITAMENTE



Súbitamente me encuentro con aquello que,
no esperaba.
Se me rompen las ideas,
vuelan las ilusiones y en el espejo,
una mirada desconocida me sonríe.
Es mi vida, ésa que había olvidado,
hace tanto tiempo.
No hay colores rosas,
en este sereno invierno del espejo.
Alicia saca la mano llamándome
es tiempo de mirar desde el otro lado.
Tiempo de no contar con el tiempo
de vivir ahora, hoy, tal vez mañana.
Y la sonrisa vuelve a ser espejo
tras la humedad que desaparece del cristal
mostrándome la desnudez de un cuerpo.
Súbitamente, me reconozco
soy la esencia de mi vida
el resto de mi dignidad de mujer
embutida en un cuerpo útil
pese a su decadencia.
Ciertamente con menos luz que ayer
pero sigue alumbrándome el camino
hacia aquello que llaman, el destino.
mabel escribano
d.r.
imagen: Katharine Hepburn

ESTO DE ENVEJECER



Envejecer
contar los años como quien cuenta días
viendo arrugarse los recuerdos
pegados a la frente de los hechos.
Perder amigos al tiempo que la paciencia.
Dejar de mentir socialmente
diciendo las verdades inoportunas
partiéndote de risa por dentro.
Envejecer, sentir el cuerpo
acercándose peligrosamente a la tierra
mostrándonos la gravedad que descubrió Newton
al tiempo que la pérdida de esa belleza
llamada juventud o vanidad.
Percatarnos de la debilidad que nos impide hacer
aquello que hicimos antaño sin esfuerzo.
Subir y bajar los escalones
del amor que tuvimos y ya no tenemos.
Decir que cambiamos el deseo por la tranquilidad
mintiendo, sin estar tranquilos.
Perder al póker las fichas de la noche
por la simple y cotidiana, baraja del día.
Envejecer
hablando de la experiencia ajena y la propia
que no nos sirvió de nada.
Contar pasadas batallas que finalmente
adornamos o no, según el afán de cada quien.
Algunos dicen que son felices, envejeciendo
yo no soy feliz, estoy tranquila, que no es lo mismo.
Tuve amores, ahora tengo afectos, querencias y cariños.
Nunca es lo mismo, lo sé, pero es lo que tengo.
Quería y quiero vivir sin envejecer
sin que se estropee la carcasa de mi cuerpo
le pasa a casi todo el mundo
aunque debo decirlo, me jode hacerlo por fuera
siendo tan joven, como soy por dentro.
mabel escribano
d.r.
imagen: mía

lunes, 1 de enero de 2024

BRUMA



Me llora la bruma de esta mañana
silencios escondidos en grises.
Un rumor de mares abandonados
y dos gaviotas perdidas entre las tejas rojas.
La estela de un avión corta el cielo
un trozo de azul emerge roto
reflejo de un suelo pintado de lodo.
El cigarrillo ahogado, flotando sobre un charco
a lo lejos, los restos de un paraguas
respirando por el mango negro
con las varillas emergiendo de la papelera
casi cadáver, casi cuerpo presente
en ausencia de la mano que lo abandonó.
Y en el aire, una silueta tras las nubes
el sueño despertando a golpes de bostezo.
Me llora la vida en seco, en pecado concebida
en quién y qué quise ser y ahora no es tiempo.
La bruma sigue cubriéndome
desde el sexo a mis pechos de mujer
en el ocaso de un amanecer que se hace día.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

SIN FONDO



Soy una emoción que
se agarra al roto de un espejo
con miedo a caer en una realidad insoportable.
El zurcido de una idea, abandonada en una silla
inútil frente a una recién pensada.
Nota confusa en una partitura húmeda de llanto.
Inicio de una canción que
no nacerá porque
no sé leer los borrones de la música.
Soy un paseo por el Peine de los Vientos
que mira al Cantábrico
-curiosamente calmo-
e intenta meterlo en el bolsillo del ojo
cesto sin fondo de tanta belleza.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

TIEMPO DE LUNA



Tiempo de luna
momento de inicio
para dar de comer al deseo.
Hambre entre las piernas
respiración agitada
cuerpo sin roce a un centímetro
de hacerlo.
Erotismo sobrepasado
encadenado a las miradas
rozando el ansia de dominio.
Cuerda de plata
hilo retorcido de un instante
frenando el ímpetu de abalanzarse
cuerpo sobre cuerpo.
Botella vacía, donde la sed se humilla.
Copa rota, donde la caricia no cabe
jirones de palabras a medio decir
entre suspiros.
Tiempo de luna
donde no miramos otra
que aquella dormitando sobre el vientre
que por su voluntad es mío.
Camino de su pubis
senderos de bosques
donde no alcanza el viento
la fuerza de nuestros suspiros
ni hay más cielo que
el de las estrellas de sus ojos
impactando contra las mías
infierno/cielo
que nos ahoga en el placer
de un limbo de agujeros negros.
mabel escribano
d.r.
imagen: google