sábado, 6 de enero de 2024

AUSENTES



Un viento liviano, casi imperceptible,
levantó el visillo del mechón de su pelo,
que impedía apreciar el azul de sus ojos.
El océano de sus pupilas,
se desbordaba en un llanto de silencios.
Sentada en el banco,
aquella anciana miraba la nada,
en busca de los ausentes.
mabel escribano
d.r.
imagen: google

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