Me duele la piel
de no vestirme con la tuya..
de no sentir el calor de tus besos,
de estar esperando que me caliente el sol del cielo,
en lugar de tus ojos..
Me duelen las palabras que no te digo,
las que no me dices,
las que se quedan en mi boca,
sin encontrar la tuya...
Me duelen las miradas que son mías sin verlas,
tus alientos que el aire me roba.
mis manos quietas, sin caminar tu piel,
sin subir tus senos..sin bordear tus labios...
huérfanas de ti, ansiandote.
Me dobla el dolor, como a la campana el badajo,
arrancando el gemido del hierro,
rebotando cual eco, de mi cabeza a mi alma.
Me duele este singular,
machacón persistente en mi camino,
indeseado compañero de viaje,
en el peregrinar a tu encuentro.
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