Tu voz llora a la mía
rotos los espejos
donde mirarnos mutuamente
abriéndonos al erotismo del sonido
agitadas en otras lenguas
donde la torpeza del acento
ponía el encanto al hecho.
Trémulas al hacer el amor
guturales en el orgasmo
desfallecidas la una en la otra
con la alegría agitada
columpiándose en las cuerdas
vocales.
Hoy tu voz, navega mi piel
mi voz la tuya
anegadas en llanto
sin monedas para Caronte.
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