Encierrame en tu cuerpo,
haz de mi sombra luz,
y de ella reposo.
Déjame acunarme en tu vientre,
ser piel incipiente,
naciendo y regenerandome en ti,
porque siento anhelos de renacer,
y no hay utero que me acoja.
Allí donde se forja la mente,
donde ser es un crecer continuo,
donde la célula llama al encuentro,
y el embrión crece sin miedo,
hazme un lugar, quiero dormir.
Dame tu líquido para mecer mis esperanzas,
escuchar la música de tu corazón nadando en tí,
necesito volver a ser.
Saldré de tu vientre con la suavidad de un pez,
no escucharas llanto alguno,
porque abriré mis ojos a tí y al mirarte,
sabré que la vida me ha vuelto a sonreir.
haz de mi sombra luz,
y de ella reposo.
Déjame acunarme en tu vientre,
ser piel incipiente,
naciendo y regenerandome en ti,
porque siento anhelos de renacer,
y no hay utero que me acoja.
Allí donde se forja la mente,
donde ser es un crecer continuo,
donde la célula llama al encuentro,
y el embrión crece sin miedo,
hazme un lugar, quiero dormir.
Dame tu líquido para mecer mis esperanzas,
escuchar la música de tu corazón nadando en tí,
necesito volver a ser.
Saldré de tu vientre con la suavidad de un pez,
no escucharas llanto alguno,
porque abriré mis ojos a tí y al mirarte,
sabré que la vida me ha vuelto a sonreir.
mabel escribano
d.r.
imagen; google
d.r.
imagen; google
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