Intenté encender la luz para mirarte,
pero no había otra luz que la de tus ojos,
y estaban cerrados.
Quise ayudarte a subir del pozo,
pero no medí mis fuerzas y caí contigo,
donde los muertos mandaban en lugar de los vivos.
Y los fantasmas nos ataron,
y la noche se hizo eterna,
mientras la oscuridad lloraba,
el abandono del día,
y olía a ellos, sin oler a nosotras.
Se nos murieron los pájaros en las manos,
cuando quisimos hacerles nido.
Fueron memoria,
entraron en el presente,
por la puerta del dolor.
Intente llevarte conmigo,
pero mi espalda no era fuerte,
ni tu voluntad de escapar,
tan urgente como yo pensaba.
Tu llorabas sobre los muertos,
yo miraba el balcón de los vivos,
y ambas dejamos de mirarnos.
y estaban cerrados.
Quise ayudarte a subir del pozo,
pero no medí mis fuerzas y caí contigo,
donde los muertos mandaban en lugar de los vivos.
Y los fantasmas nos ataron,
y la noche se hizo eterna,
mientras la oscuridad lloraba,
el abandono del día,
y olía a ellos, sin oler a nosotras.
Se nos murieron los pájaros en las manos,
cuando quisimos hacerles nido.
Fueron memoria,
entraron en el presente,
por la puerta del dolor.
Intente llevarte conmigo,
pero mi espalda no era fuerte,
ni tu voluntad de escapar,
tan urgente como yo pensaba.
Tu llorabas sobre los muertos,
yo miraba el balcón de los vivos,
y ambas dejamos de mirarnos.
imagen: Noriko Yabu
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