jueves, 22 de marzo de 2018

UNA



Una piensa y duda,
duda de lo que le han hecho creer
y tiembla.
Una espera que algo se mueva,
pero todo permanece igual,
sólo ruedan las ruedas.
Una sabe lo que ignora,
pero todos son muy cultos,
avaros del conocimiento,
se niegan a dar parte de su cultura.
Una sabe que todo permanecerá,
sabe que no se mueven,
quieren salir en la foto.
Y se cansa de ser una,
y se rebela,
y se sale de la foto,
y la llaman snob,
y la marginan,
y sigue moviéndose,
entonces,
una escribe sobre el aire,
y algunos la miran indiferentes,
y algunos leen lo que una escribe.
Una no ignora que ha llegado a la pared,
que toca fondo y aún así...
escarba dentro de una para
ver si hay salida por allí abajo,
y busca,
y grita,
y se afana por ser algo más,
y sabe que es difícil ser,
y se pregunta
¿Para qué tanto esfuerzo?
y no tiene respuesta.
Una regresa y vuelve a esperar un movimiento,
pero no se mueven,
es mejor estar ahí mirando,
y a una le sorprende un ligero movimiento,
se le mueven las lágrimas,
aunque está estática,
marmórea, cincelada,
por la escarpia de la indiferencia.
Repica una sola campana,
una sola vez, por una,
y se la llevan,
la trasladan a otro lugar,
y la ponen sobre otra fuente,
para que se paren sobre una,
las palomas y el silencio.
mabel escribano
d.r.
imagen: Valerie Jardin

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