sábado, 26 de mayo de 2012

EL COMPRADOR DE HORAS



Sentada en el bordillo de la vida, vende sus horas de soledad, al módico precio de una cama en la pensión de la media hora y un preservativo que les impide enamorarse de sus ojos tristes y su cuerpo de gata.
Se sujeta al humo diario, hijo de la levedad de una existencia de ocho de la noche a cinco de la madrugada.
El hombre la mira con la tristeza del comprador de horas
que nunca alcanza el precio de su sonrisa sincera.

jueves, 24 de mayo de 2012

SIN REMITENTE


Me guardo el tiempo dentro de un anuncio de "pague usted mañana"
Recorro los estantes buscando algo de lo que no recuerdo el nombre. Me hago vieja o regreso al balbuceo infantil. Tomo la cartera buscando el dichoso bono  de descuento que me dio la vida y entonces veo otra vez aquella carta que no quise abrir ayer.
Esa carta sin remite escrita a mano. Vuelvo a darle vueltas, no, no existe un remitente y el sello…¿Porque no pondrán tinta en los sellos? No se entiende, apenas se aprecian las letras.
He pasado la noche sin dormir, dándole un  posible remitente al sobre en blanco.
¿Será...? No, no puede ser...Tal vez....no, tampoco
Tropiezo con otro carro, de otra persona que como yo divaga en los corredores del super.....De repente localizo el producto...
¡Tenía el nombre en la punta de la lengua!...¿Porqué pondrán las cosas tan altas?.  Me pongo de puntillas y la carta vuela hacia el otro pasillo....¡Vaya, lo que faltaba!
Y la vecina del tercero, tomando la carta me la entrega diciéndome
¡Ah ya veo que a usted también le ha tocado!
Y pienso en algún sorteo,  que no recuerdo haber participado...
Bueno, a fin de cuentas no ha dolido....-dice con una sonrisa de complicidad-
Entonces recuerdo el estruendo. Los sonidos de las ambulancias.  Hoy ya es mañana....
Ha desaparecido el vale de mi tiempo.

Mabel Escribano
Derechos Reservados