Aparecerá la flor de cactus
de súbito, entre espinas
morderá el cielo con su roja corola
desafiando al sol en su morada azul.
Desde el suelo, el alacrán
aguijón venenoso
alardeará de su poderío
mostrando su ciclo mortal.
Impulsadas por el aire
voluminosas ruedas
de secos espartos girarán
por el desértico paisaje
mientras el lagarto impasible
no moverá un ápice su cuerpo.
Tal vez la araña lance su pegajoso jugo
tal vez acierte sobre el pequeño ratón
descolocado y el grito infrahumano
coja desprevenido al lagarto
que correrá tras la presa del arácnido
tratando de quedársela
frustrando la anterior cacería.
Vivo en el desierto de la belleza
me rodean las paredes de la crueldad.
Asisto a las justas e injustas luchas
por la supremacía de un mundo
que no me gusta, del que formo parte.
Ahora mismo me detesto
conozco y sé que es mi mundo
éste que describo sin otra escala
entre la flor de cactus y la muerte
que mi pie aplastando otras vidas
para proteger la mía.
desafiando al sol en su morada azul.
Desde el suelo, el alacrán
aguijón venenoso
alardeará de su poderío
mostrando su ciclo mortal.
Impulsadas por el aire
voluminosas ruedas
de secos espartos girarán
por el desértico paisaje
mientras el lagarto impasible
no moverá un ápice su cuerpo.
Tal vez la araña lance su pegajoso jugo
tal vez acierte sobre el pequeño ratón
descolocado y el grito infrahumano
coja desprevenido al lagarto
que correrá tras la presa del arácnido
tratando de quedársela
frustrando la anterior cacería.
Vivo en el desierto de la belleza
me rodean las paredes de la crueldad.
Asisto a las justas e injustas luchas
por la supremacía de un mundo
que no me gusta, del que formo parte.
Ahora mismo me detesto
conozco y sé que es mi mundo
éste que describo sin otra escala
entre la flor de cactus y la muerte
que mi pie aplastando otras vidas
para proteger la mía.
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