Hay ladrones sin guantes
dejando huellas
olvidando el sigilo
pateando el tranquilo dormir
de las cortinas perplejas
que se agarran al balcón
defendiéndose del miedo a ser robadas.
Relojes sin manecillas, enloquecidos
dando las horas del insomnio
y un sueño, trapecista solitario sin red
pegando saltos por entre las almohadas
tratando de evitar la caída
en el abismo de las pesadillas.
de las cortinas perplejas
que se agarran al balcón
defendiéndose del miedo a ser robadas.
Relojes sin manecillas, enloquecidos
dando las horas del insomnio
y un sueño, trapecista solitario sin red
pegando saltos por entre las almohadas
tratando de evitar la caída
en el abismo de las pesadillas.
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