Buscaba el camino, sin ojos
arañando los árboles con mis manos
tratando de encontrar
heridas en sus cortezas
señales, marcas, direcciones...
Y los árboles
penaban por mi ceguera
inclinando sus copas para mirarme
buscando en mí
señales, marcas, direcciones...
Sin tocarme, en silencio.
Creo que el camino solo lo indica el corazón...
ResponderEliminarEs magnífico tu post Besos