Duerme la incógnita bajo el mar
del llanto derramado.
Está fría la arena que pisan
mis pies descalzos.
El horizonte me ignora.
Soy un devaneo de la vida
una distracción de dos
que no se amaban.
Me cubro con el escalofrío
de tanta ausencia.
Me he quedado
sin la memoria de existir.
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