Tengo las manos llenas de heridas.
Sobre mi cuerpo, han caído rayos
fustigándome la espalda
hiriéndome el alma
que trató de huir por una puerta
que yo desconocía.
No soy mi casa
ni mi pan
ni mi agua
tan sólo soy el dolor mío
el tuyo
el del que dobla
la esquina del abandono.
No soy mi luz
que la apagó el desamor
antes de llegar a ser amor.
Soy quien siente la soledad
rodeada de gentes
sin ninguna compañía.
Tengo los brazos llenos de sangre
de protegerme la fusta del dolor
el egoísmo, la ingratitud.
La furia del infeliz que no sabe querer
porque tampoco le han querido.
Tengo las manos llenas
de flores rojas de sangre
de la tierra de mi cuerpo y el abono
de mi alma.
que yo desconocía.
No soy mi casa
ni mi pan
ni mi agua
tan sólo soy el dolor mío
el tuyo
el del que dobla
la esquina del abandono.
No soy mi luz
que la apagó el desamor
antes de llegar a ser amor.
Soy quien siente la soledad
rodeada de gentes
sin ninguna compañía.
Tengo los brazos llenos de sangre
de protegerme la fusta del dolor
el egoísmo, la ingratitud.
La furia del infeliz que no sabe querer
porque tampoco le han querido.
Tengo las manos llenas
de flores rojas de sangre
de la tierra de mi cuerpo y el abono
de mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario