Todo fue silencio
incluso las miradas
las pestañas dejaron de volar
las pupilas se dilataron
un gesto dio paso
a una estática quietud
y la lágrima se durmió
sobre la mejilla
tapándose con el rubor.
Las manos
en los bolsillos quietas,
sin rascar la tela
los pies
milimétricamente separados
incluso la nariz dejó de aletear
el aire que entraba
de visita a los pulmones
Todo fue silencio
cuando aquella muchacha la miró
y el amor se le abrió en la boca
sin poder decir palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario