Era una sirena
sin mar ni cola
contaba hasta dos besossin dar ninguno
una estrella muerta
abortada del cielo de los dioses
una mirada sin nada que ver
una frase carente de contenido
y una canción presa en los labios mudos
de una mujer sin vida.
Era la diosa de un templo abandonado
el ara roncaba esperando la sangre
de una joven vestal
puta en lugar de virgen.
Correr, correr
se abren las puertas del absurdo
desdeña a quien te ama
ama a quien te desdeña
las pastillas son sabias
van a la cabeza si te duele
al hígado, alivian la tos
sin mapa ni dirección
ellas saben llegar a donde deben.
Correr, correr...
Ver como comen los que no tienen hambre
como ayunan los que pagan
sus pantagruélicas comidas
Como copulan con sus amantes
los benditos de un dios de sangre
olvidan a sus mujeres
Yo, yo, yo...pecador me confieso
no me arrepiento, sigo y regreso
miento y me miento.
Se me ha muerto la muerte
la tengo entre mis brazos
se me ha muerto de risa
de "no puedo más"
de "esto no hay quien lo aguante"
y se ha quedado con la calavera
llena de interrogantes
con la guadaña rota
y los huesos descolocados
¿Alguien sabe colocar huesos?
Correr...Correr
están nadando los montes
la arena se seca con toallas de prados
el mar protesta
en la ventanilla
un funcionario le pide dos sellos
los venden en el tercer piso
cuarto pasillo.
Kafka le mira
Está usted desnudo...Y el mar se irrita
¡Vuélvase cucaracha de una vez!
Y Kafka suspira leyendo una carta
de su eterna novia Felice.
Cuelgo de una lámpara mi desazón
pago una multa de un avión que no tengo
de un barco hundido
de un coche desconocido
y río la palidez de un funcionario del estado
que no sabe de qué estado hablamos
si del civil o del imbécil que nos ha tocado en suerte.
La vida es absurda
¿La tuya no?
Entonces sé feliz
yo seguiré en el techo
haciendo de bombilla
tal vez, solo tal vez
mañana se enciendan mis filamentos
y pueda gritar...¡Eureka, brillo!
Luego el mundo estará absolutamente loco
y yo caeré del árbol cual pera madura.
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