He amanecido en tus ojos
levantado las sábanas
de tus pestañas
el sol ha entrado en mi con sigilo.
Duermes conmigo
sobre mi alma
el mar de mi ternura
cubre tu cuerpo.
Beso tus hombros,
el óvalo de tu cara
aún tiene rastros
de la luz de la luna.
Reprendo a mi cuerpo
que busca el tuyo
con la respiración agitada.
Es tu noche, la que me pide
que te deje dormir.
Me levanto en silencio
lavo mi deseo en este amor
que traspasa el océano
y apago tus ojos con el conmutador
de mi vida que
lleva tu nombre prendido
mientras me abrigo con la memoria
saliendo a la soledad de
otro día sin ti.
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