ese apenas observarme para saberme.
El no tener que esconderme
y me hace hablar sin parar.
Tengo el cansancio en la garganta
y hace tanto tiempo que
no están los balancines de tus ojos
para descansar en ellos que
uso las gafas que apenas preciso
para que no se noten estas ganas
de casi nada, en alguien, que como yo
sabes bien, amo casi todo lo bueno y lo malo
que se mueve a mi alrededor.
Pero...
¡Que le voy a hacer, si echo en falta
el calor de tu mirada!
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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