Tu espalda trigo
donde resposo mi boca.
Sombrero de deseo tu pelo
bajo el ala, tus labios bebiendo
las gotas de mi sudor.
En mis dedos tu piel,agua
refrescándo la memoria del placer.
Tus pechos
colinas coronadas de amapolas
donde el beso es asombro
de un deseo que no muere
no se sacia, no se acaba.
Sobre tu vientre mi cara
ahita de tu olor, presa de tu esencia
memoria de trigo en la era
donde los grillos callan
mientras desnudamos espigas
maduradas al calor
de nuestros cuerpos.
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