Con los pies en el agua,
rememora tiempos
que la corriente llevó lejos,
donde el mar es mestizaje.
Entre los dientes un junco,
entre los labios, el sabor de un beso.
El cielo rojo le pide abrir en canal
las nubes del recuerdo,
hace mucho tiempo que sus manos
no tocan sus caderas con la fuerza
de un animal en celo y aún así, tiembla,
recordando su piel,
el olor de su cuerpo,
el brillo de su lengua ,
la sonrisa incitante de su boca,
la firmeza de sus pechos,
el valle de su vientre abierto a la caricia,
Su mano toma el agua
bebe,
sorbe y absorbe
del cuenco vaginal,
su sabor, sus besos.
Desnuda el sudor lanzándose al río
y nada,
y piensa,
y abraza,
y besa
y muerde,
cuanto ya no puede,
cuanto ya no existe,
hace mucho que sólo tiene en su boca,
el sabor de un beso,
que la corriente llevó lejos
donde el mar es mestizaje
de aguas dulces y saladas.
imagen: Andreas Bitesnich
rememora tiempos
que la corriente llevó lejos,
donde el mar es mestizaje.
Entre los dientes un junco,
entre los labios, el sabor de un beso.
El cielo rojo le pide abrir en canal
las nubes del recuerdo,
hace mucho tiempo que sus manos
no tocan sus caderas con la fuerza
de un animal en celo y aún así, tiembla,
recordando su piel,
el olor de su cuerpo,
el brillo de su lengua ,
la sonrisa incitante de su boca,
la firmeza de sus pechos,
el valle de su vientre abierto a la caricia,
Su mano toma el agua
bebe,
sorbe y absorbe
del cuenco vaginal,
su sabor, sus besos.
Desnuda el sudor lanzándose al río
y nada,
y piensa,
y abraza,
y besa
y muerde,
cuanto ya no puede,
cuanto ya no existe,
hace mucho que sólo tiene en su boca,
el sabor de un beso,
que la corriente llevó lejos
donde el mar es mestizaje
de aguas dulces y saladas.
imagen: Andreas Bitesnich
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