jueves, 27 de septiembre de 2012

CRISTALES



Sobre la cama
cristales rotos 
perplejidad en la mirada

preguntándome de que espejo
del alma cayeron.
Nada está derecho ni torcido
todo está oblicuo, intentando caer
negándose a quedarse en pie.
Las manecillas del reloj giran
hacia atrás y el hombre del paraguas roto
llora la alegría de su anunciada muerte.
Tres pasos me quedan
sólo tres pasos y sangrará mi pecho.
Por mis pezones abiertos
resonarán las voces que fueron
Ya no hay donde mamar
tan solo queda el rasgarse con esos cristales
abortarse la inutilidad del ser
sin siquiera el calostro del seco pecho.

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