sábado, 20 de junio de 2015

CENIZAS

Regresar,
dar la vuelta,
intentar retroceder el camino andado.
Recordar si era la primera o la segunda
aquella calle, donde el error me dejó exhausta,
sin pared donde apoyarme,
sin puerta a la que llamar.
Intentar darme la mano a mí misma
para levantarme del mal sueño,
tal vez de la realidad que creí soñada.
Volver sin mirar el reloj
sabiendo que el tiempo no retrocede
que el hecho, ya está grabado,
y nada hay que lo cambie.
¿Qué hacer entonces?
Dejarme llevar dócil río,
acariciar la arcilla de las orillas,
despedirme de los juncos,
ser agua que pasa sin retorno,
o escribir sobre el cieno,
que estuve a tu lado,
que fui la calle donde tomaste,
un respiro de mi boca,
mientras aguantaba el llanto,
para no mojar tu cara,
con mis errores y mis penas.
Quedarme quieta entre tus brazos,
queriendo ser olvido,
no regresar a mi propia Sodoma
siguiendo el camino con tu mano o sin ella,
olvidando que quise regresar,
para apagar el fuego de mi vida,
cuando tan sólo, quedaban en el
las cenizas.

imagen: google

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