Y soy amor,
mil muertes olvidadas,
mil llantos ajenos
porque mi nombre lo ignoran todos,
sólo lo llora ella.
¿Dónde quedó mi cuerpo?
No tiene un lugar para llorarme,
nadie sabe que ya no estoy,
sólo su tristeza, me llama,
mientras su cabello se torna blanco.
Los surcos que el llanto dejó en su cara,
tienen fe de mi existencia.
Duermen los fusiles,
en el monte crecen margaritas,
donde está mi cuerpo,
nadie sabe que hierbas crecen,
imagen: Google
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