Soy pecado,
aunque dicen que no existo,
divago por el callejón de la duda,
digo que amo, no miento,
aunque sea un instante,
una chispa de cerilla,
una mirada indecente,
escapada del hombre,
espadachín de su moral,
traje de sastre a su medida.
No soy,
existo en tu imaginación,
pululo por tu memoria,
epato al místico,
escandalizo al fanático,
busco al buscón,
me place yacer con la beata,
reina del lupanar criticado,
usado por curas;
políticos; santos patrones ,
mentes cerradas,
braguetas abiertas,
matrioska sin patria,
alardeando banderas de santidad,
sobre sus camas bendecidas,
por púrpuras vestiduras,
anillos de bochorno.
Aquí mi venial pecado,
danza simiente de uno mortal,
burgués de primera clase,
sin acento de barrio,
cotizando en bolsa,
vestido de gales,
golpeador de pecho,
frente a un altar donde el hombre,
muere de angustia,
ante la mirada complacida,
de otros hombres.
Imagen: Yuri Shalimov
No hay comentarios:
Publicar un comentario