viernes, 18 de octubre de 2019

AÚN NO HABÍA CAMINO

Aún no había camino,
andaba entre las piedras dubitativamente,
esperando la mano que iba a ponerlo,
liso y plano, para que pasara mi vida,
o dejase cruzar a mi destino,
sin miedo a tropezar y herirse.
Resbalé,
como resbala el viento,
sobre los troncos de los árboles,
lastimándome contra su arrugada piel,
y estaba nadie,
y nadie no sabía como calmar mi dolor,
y empezó a llorar su torpeza, su soledad y la mía,
y tuve que consolarla,
sin saber cómo se consolaba a la nada.
Aún no había camino
y era de noche,
y no habían nacido las estrellas,
y aquella nada y yo, nos tomamos de las manos,
y fuimos compàñeras un tramo más entre las piedras.
Alguien dijo "No te hace falta nada"
y nada se marchó,
y el que habló me dejó sola entre las piedras,
y aún no había camino.
y el sol, tampoco estaba.

imagen: josef-breitenbach

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