Digamos que soy,
como una mosca cojonera,
no me prohíben el paso,
pero molesto y me persiguen,
con ánimos asesinos.
Desazono a las gentes de orden,
hago que me piensen algunas mujeres,
fastidio al macho, que pretende darme,
aquello que -el piensa erróneamente-
que nunca tuve.
Incordio al político, molesto al cura,
y soy la distracción en la homilía del domingo,
que trata sobre el desprestigiado infierno.
Discuten sobre mi lugar en los libros sagrados,
unos me cierran las puertas, otros me las abren,
hay quien bajo sus "buenas intenciones"
esconde un spray de DDT,
para "alimentarme" haciéndome reventar.
Digamos que soy,
como una mosca cojonera,
tan sólo por vivir...Molesto,
incordio si vuelo,
o me poso en la ventana,
por eso, no suelo volar,
escribo que me cortaron el vuelo, por oler,
descubriendo, la mierda ajena,
que habían dejado algunas gentes "normales"
bajo la alfombra de sus limpios y brillantes suelos.
como una mosca cojonera,
no me prohíben el paso,
pero molesto y me persiguen,
con ánimos asesinos.
Desazono a las gentes de orden,
hago que me piensen algunas mujeres,
fastidio al macho, que pretende darme,
aquello que -el piensa erróneamente-
que nunca tuve.
Incordio al político, molesto al cura,
y soy la distracción en la homilía del domingo,
que trata sobre el desprestigiado infierno.
Discuten sobre mi lugar en los libros sagrados,
unos me cierran las puertas, otros me las abren,
hay quien bajo sus "buenas intenciones"
esconde un spray de DDT,
para "alimentarme" haciéndome reventar.
Digamos que soy,
como una mosca cojonera,
tan sólo por vivir...Molesto,
incordio si vuelo,
o me poso en la ventana,
por eso, no suelo volar,
escribo que me cortaron el vuelo, por oler,
descubriendo, la mierda ajena,
que habían dejado algunas gentes "normales"
bajo la alfombra de sus limpios y brillantes suelos.
imagen: Google
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