no me importa reconocer que,
muchas veces, mi pensamiento,
se ha vuelto loco por tí.
Nunca me importó que el mar,
se desnudase de espumas,
frente a mi indiferencia.
Que el viento tratase de apagar,
mi fuego interno, sin lograrlo.
Aunque sé que no está bien,
sin poseerte, te poseo.
No puedo evitarlo,
tampoco quiero.
Siempre supe que lo mío,
era rozar el cielo para caer nuevamente,
en el fuego de uno u otro infierno,
pero no me importa,
arder es mi sino.
Nunca fuí, no he sido ni seré,
el hielo indiferente que tanto gusta,
ni la aceituna o el palillo de,
un absurdo y repetido martini.
Me moriré siendo el alcohol
que te emborrache, o el que tú hagas
desaparecer consumido por un beso.
Aunque tú lo sepas y no hagas nada,
por evitarlo, algunas veces,
cuando no te tengo a mi lado,
cuando no puedo besar tu boca,
ni tú morder la mía,
mi imaginación sigue ardiendo,
como un volcán por tí.
imagen: Tolga Katas
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