domingo, 8 de mayo de 2022

LAS MARCAS DE LA INFANCIA

 








Nunca pasa nada,

pero pasa.

Abundan las cicatrices,

de aquellas heridas lejanas.

Las débiles rodillas de la infancia,

quedan marcadas por el daño,

y siguen arrastrándose,

y siguen arrastrándonos,

y se hacen compañeras de una piel rota.

Nunca pasa nada,

en el tiempo de los pantalones cortos,

y las trenzas enlazadas.

Solo las marcas apenas visibles,

son agujeros negros que,

pese al tiempo transcurrido,

un día u otro se nos tragan.

mabel escribano

d.r.

imagen: Google


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