ASESINOS DEL AMOR

Matar el sentimiento, evitando la sangre
sacudiendo el corazón montándolo en un látigo
haciendo de la palabra, túnel oscuro

Matar evitando el desperfecto
la salida de tono
la falta de armonía.
Hacerlo con una cierta elegancia
sin faltar a esa educación de pago
de forma lenta, sin que se note apenas
apartándose del moribundo
que nos mira pidiendo que sea rápido
ese matar lo que siente.
No es elegante ni cortés
la rapidez del olvido
Asesinos del amor
arte que unos pocos dominan
vestidos de indiferencia
sordos y ciegos pero elegantes.
Sabiendo arrastrar el armiño
por el suelo de mármol
y como Miguel Ángel
darle con el cincel al trozo de granito
esperando que salga la Impiedad
de sus manos y su alma muerta
de una sola pieza.