Se han cerrado las ventanas
para no ver pasar mi desnudez
añadiendo a la vergüenza mí llanto.
Godiva sin montura, descalza
recorro el camino a ciegas.
Pudorosas y compasivas
se han apagado las estrellas
mientras mis pies sangran
el camino en solitario
hacia al sur de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario