lunes, 24 de septiembre de 2012

DULCE PECADO



Te rodean mis brazos
atándote a mi cuerpo
brazaletes, aros, esposas 

saltando chispas en mi estómago
que sopla queriendo ser volcán
en el fuego de tus labios.
Mido el placer de mirarte
esperando el tacto de tu piel en la mía
Eleva tu sonrisa mi líbido
hasta el ala de un demonio perverso
que antes de desearte, fue un ángel.
Ven
cae sobre mí
nada el mar que provocas
deja que pierda el sentido en el tuyo
ahogándome en la gruta de tu vida
que me quiero morir presa
de tu mar interno
para volver, luego arrastrándome
a los dulces brazos
de la dorada arena
del pecado de tus sueños.

1 comentario:

  1. Hay mucha sensualidad en tus versos , el pecado es placer inmenso... Besos

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