Atrapada por el viento,
vorágine del tornado de mis sentidos
y sentimientos.
Abocada a esperarte,
desde el balcón del tiempo,
sabiendo que han de pasar,
la procesión de días, meses y tal vez años,
por la calle de mi vida.
Alzo la vela de mi esperanza
de verte doblar la esquina.
Nada reprocho al dardo
que me hirió tan dulcemente.
Porque mis ojos se han hecho manos,
donde la caricia crece con fuerza,
en la tierra que sembraste,
arando mi cuerpo con el tuyo,
aferrando las raíces de tu amor
al centro de mi alma.
y sentimientos.
Abocada a esperarte,
desde el balcón del tiempo,
sabiendo que han de pasar,
la procesión de días, meses y tal vez años,
por la calle de mi vida.
Alzo la vela de mi esperanza
de verte doblar la esquina.
Nada reprocho al dardo
que me hirió tan dulcemente.
Porque mis ojos se han hecho manos,
donde la caricia crece con fuerza,
en la tierra que sembraste,
arando mi cuerpo con el tuyo,
aferrando las raíces de tu amor
al centro de mi alma.
imagen: Murakamy
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