VOCES REBELDES

Y soy un silencio lleno de protestas,
una voz muchas veces vencida, 
si bien, no callada.
Afónica en el tono, pero aún
fonema audible que os llama,
no importa si pierdo otra vez,
si me vencen y me retiro
a tomar el aire del ánimo.
Sé que detrás vendréis
con más fuerza,
y vuestras voces tendrán el eco
que la mía no tuvo.
Habré llamado a la puerta.
arañado la puerta,
hostigado la puerta.
No será mucho,
quizá no sea nada,
aunque lo intenté,
juro que lo intenté.
Quisieron ahogarme en el mar del silencio,
solo lograron humillarme,
haciéndome poner, una rodilla en tierra.
Ahora seguir vosotros,
no he podido abrir la puerta de la igualdad,
ni de la justicia, pero la he dejado,
un poco más abierta. 


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