Salí de ti sin rumbo, tambaleándome,
como quien se ha tragado la noche,
en la copa sin fondo de la amargura.
Salí de tus sombras,
en busca de mi propia penumbra,
y ella me encontró desarmada y débil,
quiso darme posada en sus brazos tristes,
luché para evitarlo con la rabia del fracaso,
y escapé a rastras,
subida en la estela de la melancolía.
imagen:wordpress
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