Nace el día,
tu boca abre el cielo,
con el sol de la palabra hecho fonema.
El mar se refocila con su eco,
mientras me desnudo para entrar en él,
a caballo de la más hermosa de sus olas.
Hacemos el amor acariciando las metáforas
que tu voz declama,
y me descalzo
y tiemblo,
mientras me dejo poseer por el sonido,
embrujada,,desnuda y sola, de ti y en tí,
envuelta en la suave gasa de tu garganta.
El poema se hace cuerpo,
y me arrastra,
y me aprieta contra sí.
Entro en tu piel navegando el deseo,
de tus cuerdas vocales,
de liana en liana,
en la maravillosa selva de tus susurros,
queriéndo tomar todo de mí,
y me tomas,
y dejo que seas.
Soy toda un cuerpo que danza,
la música de tus versos,
en la partitura de tu poema,
hecho sinfonía para mí sola.
imagen: Google
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