Mujer,
oscuro velo que tapa mis carencias,
no te alejes, de mi acera,
que me han dejado sola.
Danza en mi el ritmo,
de esa música que tan sólo tu sientes.
Abrázame sin miedo, fuertemente,
encierrame entre tus piernas,
hazme presa de tus caderas.
Dame con tus labios,
la llave que abre la cima de tu vientre,
sabré acariciar las curvas,
de tus emociones.
Pasto de mis sueños,
almohada de mis deseos.
Sin ti, se paraliza mi costado,
la torpe mirada se cuelga
de una estrella sin luz,
en un cielo carente de luna.
Mujer,
hija de la noche,
deja que te desnude mientras
admiro el cincel que te dio forma
de Venus.
Prende tus brazos alrededor de mi cuello,
hagamos el amor sobre el lecho del mar,
con la música de las redes
y la luz, de las barcas lejanas.
no te alejes, de mi acera,
que me han dejado sola.
Danza en mi el ritmo,
de esa música que tan sólo tu sientes.
Abrázame sin miedo, fuertemente,
encierrame entre tus piernas,
hazme presa de tus caderas.
Dame con tus labios,
la llave que abre la cima de tu vientre,
sabré acariciar las curvas,
de tus emociones.
Pasto de mis sueños,
almohada de mis deseos.
Sin ti, se paraliza mi costado,
la torpe mirada se cuelga
de una estrella sin luz,
en un cielo carente de luna.
Mujer,
hija de la noche,
deja que te desnude mientras
admiro el cincel que te dio forma
de Venus.
Prende tus brazos alrededor de mi cuello,
hagamos el amor sobre el lecho del mar,
con la música de las redes
y la luz, de las barcas lejanas.
imagen: Sylvie Lancrenon
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