No estás aquí y me cuesta que te vayas,
que vengas y marches
que me tengas y me dejes,
aunque no me dejes,
porque sigas amándome.
No estás y tu mano busca la mía,
y la mía trata de atraparla,
pero las sombras se escapan,
saltan paredes, se diluyen en el agua.
Espero el autobús sin ti,
mientras me sacudo la arena de la playa,
si estuvieras, -que no estás,lo se-
sería más amena la espera,
te reirías de mí y yo contigo,
como esos dos que tienen miedo
de dejar de mirarse.
Un solo asiento me vale,
bueno, ya voy camino de casa,
se me acaba este hoy,
no estás aquí, aún no viniste
ya me da miedo que te vayas.
que me tengas y me dejes,
aunque no me dejes,
porque sigas amándome.
No estás y tu mano busca la mía,
y la mía trata de atraparla,
pero las sombras se escapan,
saltan paredes, se diluyen en el agua.
Espero el autobús sin ti,
mientras me sacudo la arena de la playa,
si estuvieras, -que no estás,lo se-
sería más amena la espera,
te reirías de mí y yo contigo,
como esos dos que tienen miedo
de dejar de mirarse.
Un solo asiento me vale,
bueno, ya voy camino de casa,
se me acaba este hoy,
no estás aquí, aún no viniste
ya me da miedo que te vayas.
mabel escribano
d.r.
imagen: Mark Segal
d.r.
imagen: Mark Segal
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