martes, 23 de octubre de 2012

19 DE SEPTIEMBRE



Me duele tu ausencia
en el costado
como si ese hubiera sido tu lugar

de nacimiento o muerte
y pongo mi mano
y aprieto para que el dolor se esconda
pero no soy capaz de esconderte a ti.
Quiero ser de hierro
no echarte de menos
no pensarte en las horas que te se
en los lugares que te imagino.
Si al menos me gustase beber
emborracharme de tu ausencia
hasta el torpe balbuceo.
Caerme de bruces sobre mis sentidos
riéndome de ellos
vomitándoles ese sentimiento
gritándoles con ironía "¡Tócala otra vez, Sam!".
Me duele mi ausencia de la vida
este palo en las ruedas de mi devenir
que me bloquea.
Este tener que alzarme a puro riñón
sin otra ilusión que la de no estar
tirada como las piedras, en el suelo.

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