ESPERANDO EL BESO
Y sus labios se humedecieron
y su lengua se dejó entrever
entre las sombras blancas de sus dientes
iniciando un amago de beso
que quedó colgando
de su sonrisa como un trapecista
del trapecio, y yo
abajo esperando
el triple salto mortal sin red
de su boca a la mía.
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