Me enciende tu mirada
la parte de mí que no razona
saltando de la rama del amor al deseo
desparramando hojas
por el cielo de
los libidinosos pensamientos
por la tierra del gemido
imparable catarata
entre los susurros
palabras comprendidas
apenas pronunciadas
murmuradas boca a boca
diente a diente
lengua a lengua
arañando la felina piel del placer
haciéndose carne
encienden nuestras miradas
el salvaje desbordamiento del río
luego de nuestra lluvia
en la crecida
anegándolo todo
verdes arrozales germinando
tu amor y el mío.
Sensualmente escrito.
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