me lleva a lugares que nunca pisaré.
Miro las praderas tan lejanas
Las gentes, curtidas y hermosas.
No me ha dado tiempo la vida,
debería de haber vivido algunas más
para alcanzar la décima parte de,
esta mi curiosidad que, se lamenta,
calculando la vida que me resta.
Con las manos frías
y la juventud en el corazón,
retomo las gafas y acaricio la página,
para seguir leyendo.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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