aparecen otros Rimbaud y Verlaine,
revolviendolo todo,
o boca arriba -según los gustos-.
Se aman y enloquecen,
celosos y posesivos como tú y como yo.
Juegan a morir y casi lo logran,
casi dejan de respirar y tienen que separarse
para no matarse.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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