y siento ese escalofrío lejano.
a punto de marchar el otoño
se han alejado las mariposas
y en el cielo ya no hay golondrinas.
Tal vez por eso, tengo los pies fríos
como si anduviese descalza
por el agua de un río que
se ha estancado y, no va a ninguna parte.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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